Todos los trucos para aprovechar la luz natural al máximo

Una casa con mucha luz natural siempre parecerá más grande y acogedora. Quizá la tuya no sea la más luminosa del mundo, pero siempre hay recursos sencillos que puedes emplear para sacarle partido. Te acercamos algunas ideas que te ayudarán a aprovechar al máximo la luz en tu hogar.

Separa estancias con pavés

Los muros de metacrilato o pavés son una excelente opción para separar estancias. Permiten dividir total o parcialmente ambientes dando privacidad, pues las imágenes se perciben distorsionadas a través del vidrio. No obstante, no restan luminosidad, posibilitando que pase la luz de una habitación bien iluminada a otra que no lo esté tanto.

Las opciones en cuanto a decoración son muchas, pudiendo emplear estas separaciones en baños, cocinas y otras estancias. Como dato importante, recordar que, aunque son de vidrio, no son frágiles. Todo lo contrario. Además, son ignífugos, fáciles de limpiar y tienen una alta resistencia al rayado.

Ventanas a medida para todos los espacios

No importa lo pequeña que sea una estancia, las ventanas a medida aprovecharán todo el espacio posible para crear un nuevo punto de luz. Las medidas son importantes, sí, pero también el tipo de apertura, que dependerá de la distribución y de los elementos que tengas alrededor. Puedes escoger entre abatibles, oscilobatientes, pivonantes, batientes o basculantes, plegables, osciloparalelas, corredera elevadora o las correderas de toda la vida.

Tragaluces y ventanas de techo

Los tragaluces o ventanas de techo permiten aportar luz natural a la estancia de una forma un tanto diferente. Estos tragaluces se colocan en el techo, o en la parte superior de una pared abuhardillada. Su principal función, iluminar, se cumple, pero, además, aportan un valor estético al interior incuestionable.

Si cuentas con un baño abuhardillado con este tipo de ventanas ganarás mucha luz sin perder privacidad, ya que al estar inclinadas, restan visibilidad desde fuera. Además, encontrarás diferentes modelos, desde los tragaluces de ventilación que pueden abrirse, los fijos que simplemente funcionan como fuente de luz o los tubulares, que captan la luz del exterior transportándola mediante un tubo al interior.

Usa muebles de poca altura

Los muebles de poca altura no solo consiguen ampliar visualmente los espacios. También son estupendos para minimizar los puntos focales en las habitaciones y, por tanto, conseguir una circulación más eficiente de la luz natural del exterior. Unos sofás bajos con mesas auxiliares de poca altura hacen que el salón se vea mucho más iluminado, sin importar si quieres optar por tapizados oscuros o llamativos.

Cortinas y estores ligeros

Las ventanas son la herramienta más práctica a la hora de aportar luz natural a un salón o un dormitorio. No obstante, hay que poner mucha atención en el textil que se usa para cubrirlas. Las cortinas gruesas añaden privacidad, pero, al mismo tiempo, también dificultan el paso de esa luz que tanto ansiamos.

Si quieres que tus estancias no renuncien a la iluminación natural, coloca cortinas de telas ligeras. Visillos, gasas o cualquier otra opción que permita un tránsito fluido. Los estores son una buena alternativa, pues además de estar fabricados en materiales que dejan pasar la luz, se pueden regular a nuestro antojo para permitir más o menos paso.

Apuesta por pinturas de tonos claros

No es nada nuevo, las pinturas claras aportan iluminación al instante. No importa si tienes ventanas pequeñas y con poca luz durante el día. Si optas por pintar tus estancias de blanco, la poca luz que pueda entrar en las mismas se reflejará con mayor nitidez aumentando su potencia.

¿Significa esto que no puedes usar colores fuertes? Para nada. No hay problema en pintar en otros colores o incluso utilizar papel pintado en una pared concreta. Ahora bien, la mejor opción en estos casos es dejar el resto en un color neutro y claro, para por un lado resaltar la pared diferente y al mismo tiempo contrarrestar su fuerza sin perder luminosidad.

El poder de los espejos

Otro de los recursos clásicos a la hora de ampliar visualmente las estancias es el de poner espejos. En temas de luz, o poca luz en este caso, también son recurrentes, ya que la superficie de estos espejos recibe la luz proyectándola y esparciéndola por toda la habitación.

Colocando estratégicamente un espejo decorativo en tu salón o recibidor, lograrás que la luz que entra impacte sobre su superficie y parezca el doble, aumentando por tanto su efecto.

Puertas y paredes de cristal

Las puertas correderas siempre son una alternativa para los espacios más reducidos. Además, si elegimos modelos que cuenten con cristal, tipo cerramiento, conseguiremos que la luz circule sin encontrar obstáculo alguno.

Las paredes fijas también pueden ser de cristal. Tira tabiques y constrúyelos nuevamente con este material o bien haz una división y deja la parte inferior a modo de muro y la parte superior con un cristal transparente que permita el paso de la luz.

Fuente: decoracion.trendencias.com

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